Ansiedad y Depresión
Las dolencias más comunes
Ansiedad y depresión son dos de las dolencias más prevalentes en nuestra sociedad, frecuentemente interconectados. La ansiedad se caracteriza por una respuesta de alerta de alta intensidad ante situaciones percibidas como amenazantes, manifestándose mediante preocupación persistente, síntomas físicos como taquicardia o sudoración, y conductas de evitación. Por su parte, la depresión implica un estado de desesperanza profunda, pérdida de interés en actividades placenteras, alteraciones en el sueño y apetito, y dificultades cognitivas. En España, estos trastornos afectan al 6.7% y 5.4% de la población respectivamente, con mayor incidencia en mujeres, y aunque su impacto es significativo, solo una minoría busca ayuda profesional. Ambas condiciones comparten factores de riesgo y mantienen una relación bidireccional: la ansiedad prolongada puede derivar en depresión, mientras que la depresión suele acompañarse de síntomas ansiosos. Desde mi enfoque terapéutico, trabajo con ambas desde una perspectiva integradora que combina la aceptación del malestar con la reconstrucción de una vida significativa.
Mi enfoque
Como psicóloga especializada en terapias de tercera generación y perspectiva contextual, abordo la ansiedad y la depresión desde un enfoque integral y personalizado. Utilizo herramientas como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) para ayudar a las personas que acompaño en consulta a trabajar y comprender emociones difíciles sin luchar contra ellas, clarificar sus valores y tomar acciones alineadas con ellos, incluso en presencia de malestar. Desde una visión contextual, analizo los patrones de evitación y los factores ambientales que afectan al sufrimiento. El objetivo no es eliminar por completo el malestar - que muchas veces, por circunstancias ajenas a la persona, no puede eliminarse por completo - sino dotar a la persona de herramientas para vivir una vida plena y significativa, incluso en medio de las dificultades.
